Viajar a America no ha sido barato nunca, aunque si es verdad que se puede encontrar algún destino en Estados Unidos como Nueva York o Miami a buen precio, generalmente no es barato. Y cuando hablamos de Centro America, Caribe o America del Sur las ofertas en vuelos generalmente brillan por su ausencia.
Pero que está pasando ultimamente? supongo que la bajada del precio del petróleo y el crecimiento de rutas a esa zona desde Barcelona ha hecho que los precios bajen y bastante.
En esta ocasión y navegando por internet en busca de destinos apetecibles apareció un vuelo con Iberia a Ciudad de Panamá desde Barcelona haciendo escala en Madrid por 495 euros ida y vuelta. Toda una oportunidad que no podíamos dejar escapar y que nos acercaba a una de nuestras zonas preferidas, el caribe.
Panamá ya había estado entre nuestros posibles hace unos años, pero el coste de los billetes había hecho que se quedara en el tintero esperando su momento.
El billete lo compramos directamente a través de la web de Iberia
Vuelo de Barcelona a Ciudad de Panamá con escala en Madrid 495 euros por persona.
Panamá es ese pequeño país que todo el mundo conoce por su famoso canal que conecta el océano Pacifico con el Océano Atlantico y que influye significativamente en el comercio mundial. Panamá que se encuentra en la parte más estrecha de America Central hace frontera al oeste con Costa Rica y al este con Colombia, por lo tanto ubicado en pleno Caribe.
Nuestro viaje va a durar 10 días, y no queráis que nos pasara como en Sri Lanka donde cada día cambiábamos de lugar y donde acabamos agotados. Esta vez nos hemos decantado por tres destinos, de esta manera los podremos disfrutar más y además estaremos relajados y descansados, cosa también importante en un viaje de vacaciones donde vas a desconectar del estrés y la rutina del día a día.
El idioma oficial es el español, cosa que nos facilita mucho el viaje ya que la comunicación es mucho más sencilla y rápida.
Nuestro viaje va a durar 10 días, y no queráis que nos pasara como en Sri Lanka donde cada día cambiábamos de lugar y donde acabamos agotados. Esta vez nos hemos decantado por tres destinos, de esta manera los podremos disfrutar más y además estaremos relajados y descansados, cosa también importante en un viaje de vacaciones donde vas a desconectar del estrés y la rutina del día a día.
El idioma oficial es el español, cosa que nos facilita mucho el viaje ya que la comunicación es mucho más sencilla y rápida.
La moneda oficial del país es el Balboa que esta atada al valor del dólar estadounidense desde 1904.
Las dos monedas se utilizan de igual manera en todo el país.
Cambio de moneda a 2 de diciembre de 2016 1 euros = 1,05 dólaresLas dos monedas se utilizan de igual manera en todo el país.
DÍA 1
Como ya he explicado anteriormente, en esta ocasión la compañía elegida para volar a Panamá ha sido la española Iberia. Hacia bastante que no volábamos con ella, concretamente desde nuestro viaje a Miami en 2011. Yo siempre le he tenido un cierto cariño, y realmente estaba emocionado de poder volver a volar con ella. Lo que me decepcionó un poco es el giro que ha dado hacia una compañía más de bajo coste en la que tienes que pagar por todo. En este caso, después de comprar el billete por la web intento reservar los asientos que más nos interesan para asegurarnos el lugar que queremos dentro del avión y cual es mis sorpresa al ver que para poder realizar esta operación se tiene que abonar la cantidad de 25 euros por persona y trayecto o esperar a 24 horas antes de la salida del vuelo para que el sistema te asigne asiento automáticamente al hacer el check in. Una pena.
El avión es un Airbus 330 bastante nuevo con pantalla individual en cada asiento. Un detalle es esta tarjeta de felicitación por mi cumpleaños que me entregó personalmente el sobrecargo en un momento del vuelo. Ya podrían haberme regalado un vuelo, no?
La entrada desde el extranjero a la capital del país, Ciudad de Panama se hace por el aeropuerto de Tocumen, a 24 km del centro de la ciudad. Como solemos hacer siempre al llegar a un nuevo destino por desconocimiento del entorno y cansancio es coger un taxi que nos lleve a nuestro hotel.
Nuestro planteamiento era llegar a Ciudad de Panama y salir lo más pronto posible a nuestro primer destino, Playón Chico en la provincia de Guna Yala y dejar la ciudad para los últimos días, antes de volver a Barcelona.
Llegar a la región de Guna Yala desde Ciudad de Panamá se puede hacer de dos maneras, o en coche o en avión. Nosotros no queremos perder mucho tiempo en los traslados debido a la ausencia de tiempo por lo que nos decidimos por el avión. Los vuelos a Playón Chico salen desde el aeropuerto de Albrook, un pequeño aeródromo de vuelos privados y nacionales ubicado prácticamente en medio de la ciudad, así que buscamos un hotel en el casco viejo de la ciudad que queda a 10 minutos en taxi del aeropuerto.
El Hotel Casa Panamá en un edificio colonial ubicado en el límite del casco viejo de Panamá, lo hemos contratado a través de Booking. En la web aparenta más de lo que es en realidad, pero no está mal y el precio es razonable.
1 noche en el Hotel Casa Panamá en habitación doble con desayuno incluido 65 euros.
DÍA 2
Nuestro vuelo a Playón Chico sale a las 6 de la mañana, por lo que a las 4 ya estamos en pié cerrando la maleta y esperando a que nos recoja el taxi que nos han pedido desde recepción para que nos lleve al aeropuerto. Como teníamos el desayuno incluido pero no lo podremos disfrutar en el propio hotel, nos han preparado un picnic para llevar en una cajita de cartón.
El trayecto al aeropuerto es rápido y llegamos cuando acaban prácticamente de abrir. Nuestra sorpresa es cuando llaman al embarque y solamente nos levantamos tres persona, una portuguesa y nosotros dos. Salimos a la pista y no encontramos delante de una avioneta muy muy vieja con capacidad para 6 personas. Por suerte como es una compañía de linea regular tenemos piloto y copiloto.
El vuelo de Panamá City a Playón Chico lo hemos comprado desde España a través de la página web de Air Panamá que es la única compañía que realiza este trayecto. La web no acaba de funcionar muy bien, y al final te tienes que poner en contacto con ellos por mail y gestionar la compra mediante transferencia bancaria. Después ellos te envían el billete. Eso si, recomiendan llamar el día antes de la salida al aeropuerto por si hay algún tipo de cambio.
Billete de avión con Air Panamá Panamá City - Playón Chico - Panamá City 150 euros por persona.
El vuelo atraviesa el pais de sur a norte y dura unos 45 minutos. Es cierto que no estábamos del todo relajados debido al estado visual de la avioneta, pero la poca altura y el paisaje selvático bajo nuestros pies era increíble. Finalmente divisas el mar y un puñado de islotes con el mar completamente azul a su alrededor y te das cuenta que estás llegando al paraíso. La pista de aterrizaje es una pista de tierra que hace también las funciones de campo de futbol para los chavales del pueblo.
Bienvenidos al Paraíso!!
Llegamos a Playón Chico sobre las 7 de la mañana y el día está un pelín nublado, pero confiamos que a lo largo del día se despeje y podamos disfrutar lo máximo los dos días completos que vamos a pasar en el lugar. Playón chico es una de las comunidades más importantes de de los Guna Yala y se compone de una isla ubicada a unos 150m de la costa continental. Es curioso que viven completamente hacinados en esta pequeña isla solo dejando fuera de ella, el aeropuerto y una escuela.
Para llegar al pueblo hay que atravesar el puente que une la isla con el continente. Es un puente para personas, ya que no hay ni un vehículo a motor en la comunidad.
El archipiélago de San Blas esta formado por 365 islas en pleno mar Caribe que junto con una larga y estrecha franja de terreno en el propio continente forman la región de Guna Yala. Es una región que aunque pertenece a Panamá mantiene cierta independencia en ciertos aspectos. Uno de ellos es el turismo que gestionan ellos mismos. Lo hacen de manera muy responsable evitando a toda costa la implantación de hoteles o grandes complejos turísticos. La mayoría de los alojamientos son sencillas cabañas donde se duerme en hamacas y con unas condiciones muy básicas. Es una manera de vivir la experiencia real de un modo de vida.
Nosotros no teníamos muchas ganas de dormir en hamacas, por lo que habíamos en un principio descartado dormir en San Blas y solamente hacer una excursión de un día a alguna de sus islas. Pero un día por casualidad viendo el programa de Cuatro Callejeros viajeros, descubrimos que había una española que tiene un pequeño hotel en una isla de San Blas. Rápidamente nos pusimos en contacto con ellos para pedir un poco de información y precios. Aunque no es nada económico decidimos pasar un par de noches en el para poder disfrutar más tiempo de este paraíso.
El Yandup Island Lodge ocupa la totalidad de una pequeña isla a un par de kilómetros de la costa. Es un complejo compuesto por 8 cabañas de las cuales algunas están sobre el mar. Es una isla de ensueño, toda ella es de césped y cocoteros y dispone de una pequeña playita de agua completamente azul con sus hamacas para tomar el sol. Solamente existe una manera de alojarse en este hotel y es a pensión completa, más que nada porque no hay ningún sitio donde ir a comer por libre o comprar cualquier cosa. Tampoco hay internet ni teléfono, unos está completamente aislado, pero eso es parte de la magia.
2 noches a pensión completa con excursión de mañana y de tarde y traslados al aeropuerto 530 euros.
El único miedo que uno tiene cuando va a un sitio como este es el tiempo que pueda llegar a hacer. Tener que pasar 2 días en una isla de 200 metros de diámetro sin poder hacer nada por la lluvia no es muy apetecible. Al llegar el tiempo no acompañaba mucho, estaba muy nublado y no sabíamos si se despejaría. Por suerte salió el solo y nos acompaño los dos días que estuvimos allí.
El plan en la sila está perfectamente organizado. Lo primero que hicimos cuando llegamos fue dejar las maletas e ir a la cabaña principal que es donde está el comedor a desayunar. El desayuno se compone de café, yogur, fruta natural, tortilla y cereales.
En este primer desayuno es donde hemos conocido a la dueña del lugar, una española que se casó con un jefe Kuna y con el que que montó este complejo en una isla de su propiedad. Es curioso saber como un kuna se puede hacer propietario de una isla. Allí lo que se vende son los cocoteros, van comprando cocoteros (el coco es una fuente importante de ingresos para los una) y si finalmente todos los cocos de la isla son tuyos, pues la isla es tuya. Eso si, si no eres kuna, no puedes comprar cocoteros.
Después de desayunar nos preparamos para la excursión de la mañana. En el hotel solamente estamos una pareja de chilenos, una suiza, una portuguesa y nosotros. Nuestro guía nos espera en el pequeño embarcadero para salir. El plan es conocer alguna maravillosa playa en alguna isla perdida. El trayecto es brutal, vamos pasando por infinidad de pequeñas isletas en las que solo hay arena blanca y cocoteros. Absolutamente todas estas deshabitadas, es una gozada.
Llegamos a nuestro destino, una pequeña playa en una islita rodeada de muchas otras islas. El sol ha salido del todo y el azul del mar es increíble. El único plan es hacer snorkel, bañarse, tomar el sol y beberse alguna que otra cervecita bien fresca que trae nuestro guía. Estaremos aquí hasta que llegue la hora de comer que volveremos al hotel.
Una vez de vuelta a nuestra isla vamos a disfrutar de nuestra primera comida allí, tenemos grandes expectativas ya que habíamos leído que las comidas eran a base de pescados y mariscos y preparadas allí mismo por la gente local. Todo muy bueno, la verdad, pero un poco escaso para nosotros. No es que te quedes con hambre, pero poner un poco más de comida no estaría mal, mas que nada porque no puedes comer nada más hasta la siguiente comida a no ser que te hayas traído algo de fuera, cosa que no hicimos.
Después de la comida hay un par de horas libres hasta la excursión de la tarde, nosotros optamos por descansar un rato en la cabaña y bañarnos un rato en la playa de la isla. La tranquilidad es absoluta, nada de nada te molesta, y el único ruido que se escucha es el sonido de los pájaros y alguna que otra lancha que sale o entra del pueblo en algún momento.
La playita de la isla es increíble, estas solo. Eso si, te bañas con un poco de respeto, hay otras islas alrededor a pocos metros y como nos han comentado, algunas tienen manglares y hay caimanes. Te bañas pero no pierdes de vista lo que te rodea en el agua por si ves acercarse algo. Como se nota que somos de ciudad!!!
La cabaña por dentro no es para nada lujosa, es realmente muy básica, una cama en medio de la habitación con mosquitera, una segunda cama por si vienes con algún niño y un baño completo pero sin pretensiones. El bungalow está rodeado por una terraza con unas butacas y una hamaca para tumbarte y dejarte llevar por el tiempo y el paisaje. Que recuerdos!!!
La excursión ide la tarde es una visita al pueblo de Playón Chico para conocerlo y ver un poquito sus costumbres. El pueblo como ya dije antes está íntegramente en una isla muy pequeña a unos 200 me de la costa. Viven todos allí completamente hacinados.
Aquí la aduana local. Este pueblo está ubicado muy muy cerca de la frontera con Colombia por lo que hay cierto comercio con ellos. Mas o menos cada 15 días llegan un par de barcos de Colombia con diferentes mercancías que aquí no tienen y que la gente local compra con cocos. Esta es la manera principal de comercio de este pequeño pueblo. Uno de los grandes problemas que tienen aquí es la droga que llega desde el país vecino en esos barcos y que se queda en el pueblo contaminando a los jóvenes.
Es una excursión interesante y muy amena, nuestro guía nos va explicando su manera de vivir y sus costumbres. La verdad es que son muy auténticos. Personalmente es la tribu indígena más real y autentica que he visto yo en mis viajes.
El pueblo se compone de un laberinto de callejuelas con el suelo de tierra y de construcciones muy básicas normalmente de caña y hojas de palmera. De vez en cuando te puedes encontrar alguna casita de madera o de obra, aunque son las menos. En el interior prácticamente no hay nada y duermen en hamacas suspendidas. El sistema eléctrico es muy básico y prácticamente se compone de una tela de araña de cables empalmados a mano con un trozo de cinta aislante y alguna bombilla aquí o allá.
La gente está en la calle y lo que sorprende de verdad es la cantidad de niños que hay por todas partes. Eso si, no ocurre como en tras partes del mundo donde cuando ven a un turista lo agobian todo el rato. Aquí no, los niños te miran o te vienen a saludar y después siguen a lo suyo.
Una cosa que nos sorprendió muchísimo es la cantidad de albinos que hay. Por lo visto preguntando después es una de las razas con el porcentaje más alto de albinos del mundo. Otro dato curioso de los Gunas, es que son la segunda raza más pequeña del mundo después de los pigmeos. Quizás por eso las raciones de comida eran tan pequeñas...
Las molas es un arte textil tradicional de los gunas. Son unos trozos de tela ricamente bordados con motivos orgánicos inspirados en la naturaleza. Forman parte de la vestimenta tradicional guna. Concretamente es la parte que llevan las mujeres en el pecho. Es prácticamente lo único que se puede comprar aquí además de las conocidas pulseras que decoran los brazos y las piernas de las mujeres gunas.
Primera noche en el paraíso. La cena te la sirven al atardecer en la cabaña que hace de comedor. El momento es realmente mágico. Una cerveza mientras esperas la cena viendo los últimos vuelos de los pelícanos a nuestro alrededor y el silencio absoluto solo roto por el sonido del agua al romper con los pilotes de madera que aguanta toda la estructura de las cabañas.
DÍA 3
Hoy el día se ha despertado muy despejado, ni una nube en el cielo y eso nos emociona. Sabemos que hoy volveremos a descubrir alguna otra isla increíble. El plan este segundo día es excursión por la mañana a alguna isla y después de comer visita a la zona de cultivo y de la selva de la comunidad.
Yo no soy de dormir hasta muy tarde y si encima entra luz menos. Las cabañas están hechas de cañizo, por lo que entra el viento y la luz por todas partes. Así que a las 5:30 ya estaba despierto, y que mejor que salir al porche y tumbarme en la hamaca a esperar que llegue la hora del desayuno.
Que tranquilidad!!
Nos vamos??
Toda la zona de San Blas está llena de pequeños islotes y arrecifes, prácticamente todos vírgenes. Hoy el destino es la Isla de la Iguana, un islote alargado que queda un pelín mar adentro. Primero pararemos en arrecife para hacer snorkel. Lo más alucinante del viaje a esta zona de Guna Yala sigue siendo la ausencia de turistas. Estamos solos.
La isla de la Iguana es una autentica preciosidad, es la típica isla que cualquiera tiene en su imaginario cuando piensa en una isla desierta del caribe. Una playa enorme de arena blanca en forma de luna bordeada por un mar de palmeras. Aquí vive solamente una familia en un rincón de la playa y se dedicar a la recolección de cocos. Nuestra barca nos deja cerca de la orilla, donde colocamos nuestras toallas. Después de darnos un baño en un agua completamente azul vamos a investigar por la playa. Llegamos justo hasta la punta de la isla, donde da la vuelta y la playa empieza a estrecharse para convertirse en rocas. Pasamos un par de horas en esta isla antes de volver al hotel a comer.
Después de de la maravillosa comida en el hotel y un baño en la playa nos vamos en nuestra lancha a pasear por toda de agricultura y selva que los gunas de Playón Chico tienen en el continente. El paseo empieza recorriendo de principio a fin toda la pista de aterrizaje. A esta hora en la que ya no llega ningún avión, la pista está repleta de chavales jugando a la pelota y de niños y niñas sentados por aquí y por allá. Poco a poco nos vamos adentrando en la selva viendo el tipo de cultivos que tienen, como trabajan el campo y como tratar a las diferentes plantas tropicales. También vemos como entierran a sus muertos y cuales son los rituales que aplican. Esta tarde hemos aprendido un montón de cosas. Ha sido una excursión que ha valido la pena y que la recomiendo a futuros visitantes.
De vuelta al puerto por la pista de aterrizaje.
DÍA 4
Hoy nos vamos de Playón Chico, la aventura se ha acabado. A las 6:30 de la mañana estamos en "la terminal" de nuestro pequeño aeropuerto esperando que llegue el avión para llevarnos de vuelta a Panamá City. Esta vez hemos tenido más suerte, la avioneta que nos toca es un modelo un pelín más grande y desde luego mucho más nueva que la que nos trajo.
Nuestro plan es llegar a Ciudad de Panamá y salir de inmediato hacia Bocas del Toro, otro enclave turístico al norte del país.
El vuelo que hemos podido conseguir sale del aeropuerto de Albrook a las 12 del mediodía, el mismo al que llegamos, por lo que tenemos unas tres horas de espera. Ya previamente y sabiendo que teníamos todo este tiempo, hemos buscado que hacer y hemos descubierto que justo al lado del aeropuerto está el Albrook Mall, uno de los centros comerciales más grandes de latinoamerica. Así que nada más llegar, facturamos las maletas para el siguiente vuelo y nos vamos al centro comercial. Queda justo al otro lado de la terminal y nosotros pensando que no estaba tan lejos hemos ido andando, pero la verdad es que es mejor coger un taxi que te dejará allí en tres minutos.
Al llegar todavía no habían abierto, por lo que nos hemos sentado en una churrería que hay junto a una de las entradas a desayunar. A las 10 de la mañana han abierto las puertas y nos hemos dejado engullir por el mundo de las tiendas. La verdad es que no es un centro muy especial, la mayoría de tiendas no valen mucho y el precio en Panamá es bastante similar al de Barcelona. Finalmente no hemos comprado nada.
El billete a Bocas del Toro lo hemos comprado antes del viaje del mismo modo que adquirimos los de Playón Chico, es decir, a través de la web de Air Panamá.
Billete avión de Panamá City - Bocas del Toro - Panamá City 199 Dólares por persona.
Bocas de Toro es la provincia panameña que queda más al oeste haciendo frontera con Costa Rica. Se compone de una zona continental y un gran archipiélago de increíbles islas caribeñas. Es quizás el destino panameño más conocido.
El aeropuerto queda en la pequeña ciudad, podrías ir andando del aeropuerto a tu hotel sin problema, nosotros lo hicimos a la vuelta, pero como al llegar desconoces el lugar compartimos un taxi hasta nuestro hotel.
Pasaremos tres noches en Bocas de Toro antes de volver a Ciudad de Panamá a pasar los últimos días de vacaciones. Hemos contratado desde Barcelona y a través de Booking el hotel Tropical Suites un buen hotel en Bocas Town para poder salir por las tardes y noches sin necesidad de tener que disponer de un medio de transporte. Desde Bocas Town se puede planificar cualquier actividad y la oferta es mucho más grande. El hotel está flotando sobre el agua, por un lado accedes desde la calle, y por la parte de atrás tiene su embarcadero desde donde puedes llamar a una lancha para que te lleve donde quieras.
Hotel Tropical Suites 3 noches en habitación doble con vistas a la calle sin desayuno 238 euros.
Después de pasarnos prácticamente la mitad del día viajando decidimos dejar las maletas y salir a pegarnos un buen baño y comer algo. Bocas Town no tiene playa, por lo que nos aconsejan llamar a una lancha y que nos acerque a Isla Carenero, que se encuentra justo frente a nuestro hotel. El coste es de 2 dólares por persona y tardamos mas o menos 5 minutos en llegar.
En toda la zona de Bocas Town vas viendo lanchas que hacen como de taxi compartido. Cuando veas alguna lancha pasar los llamas con la mano y ellos se acercan. Si van en tu misma dirección puedes montar.
Isla Carenero es un enclave muy tropical, toda la isla son cocoteros y hay algunos hoteles y restaurantes en la playa. La arena es blanca y el agua transparente y calentita. Hemos comido algo en el restaurante Bibi´s, un chiringuito sobre el mar con la música a tope.
Bocas del Toro dispone de una arquitectura muy especial y colorista. Es pura arquitectura colonial caribeña gracias a la presencia de grupos étnicos descendientes de la fusión de etnias desde la colonia. Son edificaciones de madera con techos a dos aguas y barandillas caladas. Están muy ornamentadas y sobretodo destaca el maravilloso uso del color. Aquí abajo un claro ejemplo de lo que comento. Es puro optimismo.
Lo mejor de estar alojados en el propio pueblo de Bocas del Toro es la cercanía a todo. Después de una buena ducha hemos salido del hotel a tomar una cervezas a pie de mar. Hay unos cuantos baretos sobre el agua muy animados donde se puede beber o comer a buen precio en un lugar privilegiado.
Antes de buscar restaurante para cenar también hemos contratado la excursión para el día siguiente. Igual que bares, en esta zona hay varias agencias que organizan excursiones para tener ocupado el día.
DÍA 5
Estaremos dos días completos en Bocas del Toro, así que de momento hemos contratado una excursión para el primero y después veremos que haremos el siguiente. Como ya he comentado antes las excursiones se pueden contratar en el centro del pueblo, en cualquiera de las agencias que hay. Simplemente es mirar a donde te lleva cada una, que tipo de barca, con cuanta gente, etc. Nosotros hemos contratado una muy standard que nos llevará al lago de los delfines, pararemos en un restaurante en medio de la nada para que quien quiera pueda reservar comida para la vuelta, después haremos snorkel cerca de una de las dos islas que componen Cayo Zapatilla, posteriormente estaremos un rato en una de las islas y de vuelta pasaremos por el restaurante donde se ha reservado la comida e iremos a ver perezosos y estrellas de mar.
Está bien la excursión, aunque como aquí todo es mucho más turístico que en San Blas, te encuentras gente por todas partes, incluida nuestra lancha.
Parada en restaurante entre manglares para reservar la comida. El lugar en muy bonito, con animales y papagayos. Nosotros no hemos contratado comida, así que a la vuelta hemos aprovechado para darnos un baño y descansar en una de las hamacas que hay en el embarcadero.
Cayo Zapatilla se compone de dos islas que desde el aire te pueden recordar a dos chanclas. Son dos islas paradisiacas aunque llenas hasta las trancas de gente. Se puede hacer una excursión hasta el otro lado caminado por un sendero muy bien acondicionado que atraviesa la isla. Por desgracia, nosotros no pudimos llegar al otro lado porque estaba cortado. Hay que llevar sin falta repelente de mosquitos o te será imposible empezar.
En el barco hemos estado charlando con algunas personas que nos han recomendado fervientemente el restaurante Bocart. Lo lleva un catalán que llego aquí para quedarse y que hace una fusión de comida asiático/mediterránea interesante. La verdad es que en general por la calle y en los restaurantes no hay mucha gente en esta época, por lo que no hemos tenido problema para cenar. Hemos llegado y había mesas de sobras, poco a poco se ha ido llenando, pero sin agobios. La comida muy rica y la chica que nos ha atendido muy simpática. Recomendado 100%.
DÍA 6
Finalmente hemos decidido no contratar ninguna excursión para el día de hoy y descubrir la zona por nuestra cuenta. En Bocas Town hay varios lugares donde puedes alquilar bicicletas por día a buen precio. Nosotros hemos optado por alquilarlas a un tipo a lo Bob Marley que tiene su chiringuito de bicis en uno de los laterales del parque Simón Bolívar.
Alquiler de bicicleta un día completo 5 dolares por bicicleta.
Nuestro plan es llegar hasta Playa Bluff, un paraíso para los surfistas que se encuentra a pocos kilómetros del pueblo. Es un paseo tranquilo y plano por una carretera que a tramos se convierte en camino de tierra. Por el camino te vas encontrando pequeños hoteles o restaurantes casi en primera linea de mar. La verdad es que la playa esta completamente desierta. Es un autentico paraíso tropical, aunque eso si, el mar no está para bañarse.
Acordándonos de nuestra hija que se ha quedado en España.
Al mediodía estábamos de vuelta, y después de devolver las bicicletas hemos cogido una lancha para que nos lleve a comer y a darnos un baño a Isla Carenero, la misma playa a la que fuimos el primer día al llegar a Bocas. Ya habíamos visto que había algún restaurante con buena pinta, concretamente el que se ve al fondo en la foto.
El restaurante Bibi´s es una construcción sobre el mar donde la música está bastante alta y la comida es internacional con un toque tropical. No es comida buena, pero tampoco está mal.
Ultima tarde en Bocas del toro, así que hay que aprovecharla al máximo. Después de una ducha en el hotel volvemos a coger una lancha para ir a la isla de Bastimentos, quizás la isla más grande de todo este archipiélago. Allí hay un pequeño pueblo llamado Old Bank, está habitado fundamentalmente por afro-antillanos que llegaron a las islas a finales del S.XIX para trabajar y aquí se quedaron. El pueblo se compone básicamente de una calle peatonal asfaltada y las casas muy sencillas desperdigadas alrededor de ella. Nuestro objetivo es llegar a playa Wizard. Para ello tienes que estar pendiente de algún pequeño cartel hecho a mano que te indica el camino. De repente te encuentras en medio de la selva caminando por un estrecho camino hacia lugar desconocido. Es un paseo de unos 20 min hasta que por fin aparece la maravillosa playa. Es un espacio completamente virgen, donde no hay ni una construcción. Y solamente te encuentras a alguna persona que ha ido a pasar el día. No es la típica playa de aguas tranquilas, aquí las olas son grandes y el agua está movida, pero te puedes bañar teniendo cuidado.
Es importante saber que a las 5 cierran la playa que un militar armado con fusil la desaloja. Supongo que han habido atracos y robos en el paseo por la selva hasta el pueblo. Pero vale la pena la excursión.
De vuelta al pueblo y justo antes de entrar en el puedes retomar fuerzas en un chiringuito casi en medio de la selva, donde solamente se escucha el sonido de los pajaros y la música caribeña procedente de alguna casa vecina.
DÍA 7
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DÍA 8
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